Este martes 24 de julio, la Universidad Católica Boliviana (UCB) San Pablo, de la Unidad Académica Santa Cruz y el Grupo de Trabajo Cambio Climático y Justicia (GTCC-J), Regional Santa Cruz, firmaron un Convenio de Cooperación Interinstitucional para una Investigación sobre el uso de agroquímicos en la producción agrícola y sus efectos en la salud humana, a realizarse en los Municipios de San Pedro (norte), Cabezas (sur), Cuatro Cañadas (este) y Pampagrande (oeste) del Departamento de Santa Cruz.
En la oportunidad, la Lic. Adriana Montero de Burela, Directora del Instituto de Capacitación para el Desarrollo INCADE, en su calidad de Coordinadora Nacional del GTCC-J, dio a conocer la naturaleza y fines del GTCC-J, enfatizando en la agenda nacional y regional, indicando que en Santa Cruz la temática de interés es la seguridad y soberanía alimentaria, muy relacionada a los modos de producción y a la alimentación, que tiene sus efectos directos en la salud humana y el medio ambiente. Valoró enormemente la alianza interinstitucional entre la UCB, así como con la UAGRM y el GTCC-J que tiene como común denominador la defensa de la vida, indicó.
Por su parte, el Lic. Gorka Cubero Fernández, Técnico de ICO, en su calidad de Coordinador Regional del GTCC-J Santa Cruz, resaltó la importancia de la alianza ONGs y Universidades, que permite dar respaldo científico a las opiniones y acciones de las ONG y a la Universidad cumplir su misión de búsqueda de la verdad y el desarrollo integral de la sociedad. También indicó los antecedentes de la primera fase de investigación realizada desde agosto 2017 destinada a conocer el uso y manejo de agroquímicos en la producción agrícola, y la finalidad de esta segunda fase que consiste en determinar los probables efectos que pudiera haber en la salud humana a través de los análisis de sangre y orina de los pequeños productores rurales.
Finalmente, el Lic. Pablo Herrera Añez, Rector Regional de la UCB, dijo que con este convenio la UCB cumple con su rol de servicio al país y a la región, en el marco de su filosofía institucional. Resaltó la importancia de la rigurosidad científica que pueda dar solvencia al informe de investigación, llamando al mismo tiempo a la discreción, la inteligencia y la sabiduría en la comunicación de resultados, con la responsabilidad y protocolo ético correspondientes. Finalmente abrió la posibilidad para nuevos emprendimientos en el futuro, siempre en ese equilibrio entre la verdad científica y la verdad revelada, augurando una investigación exitosa para el Bien Común.